La militancia socialista, está decepcionada y tiene motivos para estarlo. Esta militancia sabe muy bien que el partido en el que militan y que votan, dio un giro total hacia la socialdemocracia, cuando en el Congreso Socialista se borro de un plumazo, todo referente a la izquierda y se plegó gustosamente a un apoyo de los neoliberal- socialistas ,y ésta militancia lo sabe perfectamente. Esas políticas restrictivas con los derechos de los trabajadores de los sucesivos Gobiernos del PSOE, han traído los barros de aquellos lodos. Ya no hay marcha atrás, el socialismo se está condenando al alejarse de los obreros si no da un verdadero bandazo hacia sus orígenes de izquierda ,y que si no lo dan pueden dar paso libre a una derecha fascio-cavernaria y retrógrada que nos ha llevado a una situación catastrófica a los obreros, y encima hacen amagos de un progresismo artificial para demostrar al PSOE que son mas demócratas que ellos, cosa que pongo seriamente en duda, ya que el PP y sus dirigentes son los herederos del fascio-franquismo y del PP podemos esperar de todo hasta de un golpe de estado encubierto en decretos y leyes restrictivas. De lo que sí, estoy seguro es, que el PSOE, tiene un gran problema si sigue haciendo malas políticas para los trabajadores y dependiendo de los mercados económicos, porque ¿quien nos gobierna realmente? Si nos marcan las pautas desde círculos económicos y financieros de Europa ¿para que un gobierno en el Estado Español? ¿Acabaran los Gobiernos siendo unos simples administradores de políticas marcadas desde estos círculos económicos? ¿Donde quedaran las ideologías?.
Como siempre, los socialistas acabaremos por hacer el trabajo sucio de la derecha. Las grandes fortunas siempre se van de rositas y se enriquecen mas y mas auspiciados por un gobierno que se parece cada día más a la dictadura de Franco, y las clases medias, los pensionistas y los trabajadores están pagando las barbaridades cometidas en una época de especulación y falsa riqueza auspiciada durante el gobierno de Aznar y sus acólitos. Ahora les han dado un montón de millones a esos delincuentes a los que llaman banqueros y ellos han respondido tapando primero sus agujeros con dinero público y enriqueciéndose con prestaciones económicas que son un robo, ¿no son los que no quieren intervención de los gobiernos en sus asuntos? Pues bien, los bancos han ido a pedir la intervención del gobierno y se han aprovechado de los impuestos de todos los ciudadanos, pero cuando ellos tienen beneficios no se les ocurre trasladar parte de ellos a hospitales, investigación, universidades, y acción social para los más desfavorecidos. Entonces sus beneficios son para sus accionistas.
Los políticos siguen con sueldos escandalosos y con prebendas que sonrojan al más pintado. Pero hemos llegado a tal punto de inmoralidad, que política y corrupción ya son equiparables a los ojos de los ciudadanos de a pie, se está cayendo en la desafección y el desprecio entre la ciudadanía y se pierde la confianza en los políticos con tantos casos de corrupción que salen a la luz; pero si algo bueno tiene la democracia es que salen a la luz ( los que se saben ) y no como en tiempos del dictador Franco donde estos casos no solo no salían si no que los apoyaban. ¿Como es posible que no haya una ley que determine los sueldos de los políticos en función de su dedicación y no dejándolo al capricho de ellos? ¿Cómo es posible que presidentes de comunidades autónomas ganen mucho más que el presidente del gobierno? Se rebajan el sueldo a los pensionistas y a los trabajadores –los funcionarios son trabajadores en su inmensa mayoría con sueldos de risa al lado de los que se adjudica la política– y ellos dicen que se rebajarán un porcentaje de su sueldo, que nadie puede controlar, porque en comisiones y otras prebendas lo recuperan. La política ha de ser un servicio al pueblo, no una manera fácil de hacerse ricos ni profesionales como ahora sucede. ¿Cuantos políticos, ni si quiera a nivel de concejales, cuando acaban su mandato vuelven a su ocupación habitual? Es porque en los años que están en política ya se han hecho el colchón adecuado , para seguir viviendo unos cuantos años más, en algún cargo previamente pactado, lo que se llama "puertas basculantes". Ser político es servir a los ciudadanos, no servirse de ellos para enriquecerse.
No estoy de acuerdo con la orientación ultraliberal y fascistoide del gobierno del PP. Pero tampoco con muchas de las medidas que tomamos los socialistas cuando estábamos en el gobierno. Recordemos que una de las primeras medidas fiscales de ZP al llegar a Moncloa fue la de bajar el IRPF de las rentas más altas del 45% al 43%. Lo que está pasando es muy simple: muchos fueron los que, ante la inevitable victoria del PP, tras la guerra de Irak y tantas otras cosas, eligieron el camino fácil: votar socialista para evitar que otros ganen. Ahí está el germen autodestructivo de la (no nos confundamos) “izquierda” española que orbita alrededor del PSOE pero que no es socialista de convicción, y ahí está también el mayor error de buena parte de una ciudadanía que no es capaz de plantearse la realidad política actual de forma positiva, construyendo, luchando por opciones que miren hacia un futuro social más justo.
Yo, si se donde estoy, lo que quiero y he querido siempre, por esto como me indica mi conciencia y mi corazón, estaré al lado de quienes han sido parte de mi vida y mi clase, los obreros, solidarizándome con los mas débiles.